Voces mayas y mayismos

por | 26 noviembre, 2007

Entre los varios fenómenos patentes en Yucatán como resultado de la coexistencia de dos idiomas se destaca singularmente la presencia de voces mayas y mayismos en el español, en forma abundosa, no sólo en el habla del vulgo, sino también en el de la clase media y en el lenguaje familiar de las clases cultas.

Mientras en otras zonas lingüísticas los préstamos de voces indígenas han sufrido adaptaciones para acomodarse a la morfología castellana como en México las voces nahoas, y en Tabasco las mismas voces mayas, no ocurre lo mismo en Yucatán, donde es tal la fuerza del maya, que las más de las voces tomadas de este idioma se han conservado puras sin modificaciones morfológicas, salvo en sus inflexiones gramaticales, y son muy pocas las que con la adición de sufijos y prefijos castellanos se han adaptado a las formas españolas.1

 

 

1. VOCES MAYAS

1.1 Sustantivos varios

Son de uso frecuente y denotan objetos, usos y costumbres regionales, o artículos y cosas cuyos nombres mayas se prefieren a los españoles o se usan a la par con éstos:

Akalché, terreno con vegetación dode se estancan las aguas pluviales. Alux, generalmente usado en plural, aluxob (plural maya) o aluxes (plural españolizado). Seres sobrenaturales, diminutos, o duendecillos, asociados con las ruinas y los vasos de barro de los antiguos mayas.
Ax, cadillo, papiloma.
Bakal, zuro.
Balak, la vuelta que da sobre sí un cuerpo que rueda: «Dar balaques en el suelo todos los días es bueno para adelgazar».
Batab, cacique indio.
Bob, varejón, especialmente el del henequén.
Bobox, rabadilla. Es de uso vulgar.
Buliwah, torta de frijol y por extensión sombrero de paja, con pintas negras, usado por los campesinos.
But’, picadillo de carne empleado para rellenar las aves en algunos guisos
regionales.
Chamcham, empanadilla de maíz rellena con carne y otros condimentos.
Chich, abuela. Aplícase también por efecto, a las criadas ancianas. Chich Paula.
Chichí, abuela. Usado como vocativo, y con posesivos o en contextos de relación genitiva: «Mi chichí es muy buena», «Chichí, dame un beso».
Chik’inik, viento del poniente.
Chikixtaan, rescoldo, ceniza hirviente.
Choch, tripas, intestinos, morcillas.
Chuch, pezón de las frutas.
Chuchú, mama o teta.
Chuk’emache, juego muy popular que consiste en atar un contrapeso de ramitas o manojo de hierbas, al extremo del cordel de un papalote o cometa, para soltarlo así, dejándolo ir y luego alcanzarlo y tenerlo de nuevo en la mano. Generalmente lo juegan en conjunto varios muchachos.
Ch’em, lagaña. Por analogía con la voz española se usa mayormente en plural ch’emes.
Ch’ich’, cascajo, piedra menuda.
Ch’ilib, palillo, rama delgada de cualquier herbáceo.
Chi’libmisib, escoba de gajuelos secos.
Ch’otnak, retortijón de tripas.
Ch’uy, ave de rapiña, y por extensión ladrón o ratero.
Ch’uyub, aro de bejuco tejido con hilos, o tabla de madera que se cuelga del techo en las cocinas para guardar trastos y restos de comida y para protegerlos de los roedores y otros animales.
Hanalpixán, comida que los mayas ofrendan a las ánimas el Día de Difuntos.
Hats’aha’, rocío, cencellada.
Ha’sikilp’ak, salsa regional hecha con tomates, semilla molida de calabaza, sal y apazote.
Hetsim, onomatopeya de uso muy popular para representar el ruido que se hace al estornudar. En lengua maya vale «estornudo».
Holoch, hoja que envuelve la mazorca del maíz. Cigarrillo hecho con esta hoja, muy popular en la región. Tamales redondos envueltos con esta hoja.
Ich, mellizo o gémino. En el habla popular úsase mayormente en plural por analogía con la voz castellana: iches.
Iswah, tortilla tostada hecha con maíz tierno y mucha manteca.
Kampach, los lomos del hombre. Lumbago.
Kananpal, persona encargada de cuidar a los niños.
Kayché, aguja de madera plana y larga que sirve para tejer hamacas.
Kirits’, mugre, saín, sicote.
Kots’, tortilla de maíz arrollada, con algún condimento o comestible dentro. Usase mucho en diminutivo: «Un kots’ito de frijol.
K’abik, guiso regional con salsa picante y aguada.
K’ankab, tierra de color amarillo rojizo, característica de ciertos terrenos de Yucatán, ricos en óxido de hierro.
K’axbak, osteópata empírico.
K’oché, andas que llevadas en hombros o a lomo de bestias, servían hasta el siglo pasado, para el transporte de pasajeros. K’ol, guiso adobado con gachas de maíz.
K’ul, rabadilla, coxis.
Lek, vasija obtenida del epicarpio leñoso del fruto de este mismo nombre y empleada mayormente para guardar tortillas.
Lol, flor de pétalos grandes. Aplícase mayormente a la flor de la calabaza, y casi siempre se usa en plural: loles.
Makkum, estofado indígena de carne o pescado, cocido en olla de barro.
Mehenal, variedad temprana de maíz de grano pequeño y suave, generalmente se le antepone el prefijo x: xmehenal.
Moch’, pata de ave.
Molché, requema de terrenos mal quemados, en la preparación de tierras para la siembra de maíz, henequén u otros cultivos.
Nach’, restos de comida asurada.
Nich’, bocado, mordisco.
Op, tortilla de maíz tostada.
Pak’alhaas, juego infantil que consiste en apoyar rápidamente las manos en el suelo frente a una pared, y elevar los pies hasta pegarlos a ésta, quedando de cabeza.
Papasul, platillo regional de tortillas de maíz arrolladas, rellenas de huevos duros, y bañadas en salsa de semillas de calabaza. Variante de papak’sul.
Pepén, nombre genérico de la mariposa.
Pib, cocimiento bajo tierra.
Pibinal, mazorca tierna de maíz cocida bajo tierra o al horno.
Pimpimwah, tortilla gorda de maíz.
Pokol, agua sucia, bazofia.
Puch’, las viandas del puchero despachurradas y empapadas con propio caldo.
Puk’k’eyem, pozole, bebida hecha con la masa del maíz.
P’ich, eminencia o protuberancia, por lo general aguda, que altera una superficie lisa.
P’ichkulim, pizpirigaña.
P’ot, copete de las aves. Peinado protuberante sobre la cabeza, en las mujeres.
P’uh, ojeo o batida, especialmente en la caza del venado.
Sahkab, tierra blanca y caliza de que se compone gran parte del subsuelo de Yucatán, empleada en las obras de albañilería, mezclada con la cal, para hacer la argamasa.
Saskab, variante de la voz anterior.
Sosok, fibra corta y enmarañada que se recoge de los residuos de la desfibración del henequén.
Ta’, excremento de cualquier animal.
Tanchukua, chocolate batido con masa de maíz, sazonado con pimienta y anís, y cocido hasta que adquiere la consistencia del atole.
Tobilholoch, tamales cilíndricos envueltos con la hoja que cubre la mazorca del maíz.
Tuch, ombligo. Molleja de las aves.
Tux, hoyuelo.
T’uch, moño de pelo que se atan las mestizas en la parte posterior de la cabeza.
T’up, dedo meñique. Hijo menor.
Ts’albut’, torta gruesa de masa de maíz rellena de carne, y frita.
Ts’apal, rimero: «Puso en la mesa un ts’apal de tortillas».
Ts’amchak, guiso de carne cocida en agua, con pocos condimentos.
Ts’iris, rapaz, muchacho de corta edad. Usase también en diminutivo españolizado: ts’irisito.
Ts’otobichay, guiso regional de masa de maíz, enrollada, rellena con viandas, y envuelta en hoja de chaya.
Wah, mancha azulosa que sale en la espalda cerca de la rabadilla. Pan.
Wask’op, coscorrón.
Wix, orín. Voz muy usada en el lenguaje familiar por eufemismo.
Xek’, ensalada hecha con jícama rebanada, naranja desgajada, chile, y hierbas aromáticas.
Xich’, tendón.
Xik’, axila.
Xix, sedimento, hez, hondarra.
Xkikil, miedo, temor.
Xokbichuy, bordado de punto de cruz, o hilo contado como generalmente se le llama en Yucatán, nombre que es traducción literal del maya.
Xolté, bordón.
Xoy, orzuelo.
Xtabay, ser sobrenatural, imaginario, que toma la forma de una mujer, para engañar y atraer a los hombres y llevarlos a la muerte.
Xtuhú, tosferina.
Xux, avispa, avispero.

 

1.2 Adjetivos

Chan, pequeño, chico.
Chenp’oh, dícese de la ropa lavada sin almidonar ni planchar.
Chenté, dícese del maíz arrancado de la mazorca antes de secar completamente y que por su frescura se pone mohoso.
Chichnak, afligido, melancólico, mohino.
Chuchul, seco, arrugado.
Ch’el, rubio. Dícese del cabello y de la pesona que lo tiene.
Ch’om, zopilote.
Ch’op, tuerto.
Kanan, guardián, cuidador, vigilante. Usase en voces compuestas, mayas o híbridas. Con pal (niño), forma kananpal, y cuando se trata de una mujer, va precedido del prefijo femenino maya x: xkananpal; con chayote (Sechium edule), forma el hibridismo kananchayote, guardián de la chayotera, espantapájaros en general; con la voz maya kol (milpa) forma kanankol guardián de la milpa.
Kirits, mugriento, sucio. Usase también como sustantivo.
Kuch, chabacano, de mal gusto: «Está muy kuch tu sombrero».
K’abax, dícese del manjar sancochado y especialmente del frijol.
K’astak’an, cocido o madurado a medias.
K’olis, pelón, chamorro.
K’omoh, dícese de lo que tiene el olor que despiden los mariscos, el huevo crudo o la carne cruda.
Malix, ordinario, sin casta. Dícese mayormente del perro.
Mulix, rizado, crespo. Aplícase al cabello ensortijado, a la persona que lo tiene, y a las aves de plumaje crespo.
Noroch, dícese del pelado al rape.
Pahoch, dícese de la fibra del henequén cuando no está bien raspada y conserva fragmentos de la pulpa o corteza de la hoja.
Pakchuk, dícese de la carne o el pescado cocido al rescoldo del fogón.
Pibil, cocido bajo tierra: cochinita pibil, venado pibil. Antepuesto al nombre que califica, se une a él y pierde la l final: pibicochinita, pibiespelón.
Poch, deseoso, envidioso. Usase a menudo antepuesto al sustantivo: «Eres un poch tragos», «Manuel es un poch fiestas». Aplícase también a la persona que por cariño busca la compañía de otra para mimarla: «El papá está poch con su hija recién nacida».
Popots’ki, resbaloso, escurridizo.
P’erech, cabal, justo.
P’urux, barrigón, persona de vientre abultado.
P’us, corcovado, jorobado.
Sats’, elástico.
Sohol, hueco, sin peso, fofo.
T’onaan, triste, amodorrado, descaecido.
Ts’amá, superior. Aplícase a una variedad de frijol negro, de planta trepadora y grano grande, que se cultiva en la región.
Xet, dícese de la persona de labio partido.
Xkol, milpero. Aplícase mayormente a una variedad de frijol negro, de grano pequeño que se siembra comúnmente en las milpas junto al maíz.
Yuruch, tacaño, miserable. Dícese también de la moneda gastada o luída

Todos estos adjetivos y sustantivos mayas se pluralizan conforme a las reglas españolas, con la adición del sufijo -es: balakes, bakales, kokayes, moch’es, turixes, ch’eles, kuches, mulixes, p’ereches, soholes, etcétera, y forman sus diminutivos y aumentativos también como si fuesen voces españolas: chichita, ch’ilibito, holochito, lekito, nich’ito, chuchulito, mulixita, p’uruxón, ts’apalón, p’otote, etcétera, si bien los aumentativos no son de uso tan frecuente como los diminutivos.

 

1.3 Nombres de la fauna y la flora

Los siguientes nombres mayas son de uso común en el español regional y no tienen voces correspondientes castellanas, o si las tienen no se emplean mayormente:

Balché, (Longocharpus longistylus, Pitt). Arbol de la leguminosas de cuya corteza se obtiene, por fermentación, una bebida del mismo nombre.
Bech’, (Eupsychortix nigrogularis, Gould). Codorniz.
Bohom, (Cordia gerascanthus, L.) Arbol de las borragíneas, muy útil para construcción.
Boxkay, pez silúrido muy común en el litoral yucateco, y de sabor muy apreciado.
Bubulhá, coleóptero hidrofílido que se encuentra en los pozos y otros depósitos naturales de agua.
Chaak, (Marana arundinacea, L.) Variedad local del sagú.
Chakah, (Bursera simarruba, L. Sarg.). Palo mulato.
Chaksik’in, (Caesalpinia pulcherrima, L. Swartz). Arbol de las leguminosas, de flores rojas y amarillas, llamado también «flor de guacamayo».
Chakté, (Caesalpinia platyoba, S. Wats). Arbusto de las leguminosas de flores amarillas y madera color rojo encendido.
Chek’ech, garrapata coloradilla.
Chiabal, (Spondias purpurea, L.). Variedad de la llamada ciruela en Yucatán, árbol de la familia de las anacardiáceas.
Chichibé, (Sida acuta, Burm). Yerba malvácea de cuyos tallos se obtiene una fibra textil. Dáse también este nombre maya a otras herbáceas de aspecto semejante a las malváceas (Melochia pyramidata, L.), (Stylosanthes hamata, L.) y también a la malva común (Malvastrum coromandelianum, Garcke).
Chinchinbakal, (Pyrrhula canaria). Pajarillo negro con pintas rojas, de canto melodioso.
Chioplé, (Eupatorium hemipteropodium, Rbnsn). Planta compuesta, de hojas aromáticas, variedad del trébol.
Chiwoh, (Euripela lorsipes). Especie de tarántula de la familia del avicularidae.
Chooch, (Lucuma hypoglauca, Standl). Arbol de la familia de las zapotáceas, de fruto con carne de color amarillo.
Chukum, (Phitecolobium albicans, Benth). Arbol de las leguminosas cuya corteza es muy utilizada como colorante y curtiente.
Ch’el, (Cyanocita yucatanica, Dubois). Gallinácea muy vocinglera, semejante a la chachalaca, de plumaje azul celeste, cola larga y pico amarillo.
Ch’it, (Thrinax argentea, Lodd). Palmera de hojas abiertas en forma de abanico, muy común en las costas de Yucatán.
Ch’om, zopilote.
Ch’omak, (Urocyon cineroargenteus fraterculus, Elliot). Cánido de la familia de los zorros, que sin embargo se llama erróneamente en Yucatán, gato montes.
Elemuy, (Guatteria gaumeri, Greenm). Arbol de las anonáceas, de frutos racimosos como los granos del cafeto, y cuyas hojas, muy aromáticas, son de uso corriente en la farmacopea regional.
Habín, (Ichtyomethia communis, Blake). Arbol corpulento de las leguminosas, cuya madera, de gran resistencia es incorruptible bajo el agua, y muy usada en construcción.
Haleb, (Dasyprocta punctata yucatana, Goldman). Variedad local de la liebre, parecida al agutí.
Ib, (Phaseolus lunatus, L.). Variedad ancha y gruesa de frijol blanco, propia de Yucatán. Usase mayormente en plural españolizado, ibes.
Ikabán, (Croton humilis, L.). Planta euforbiácea cuya corteza se emplea en medicina.
Kabalyaxnik, (Ruellia tuberosa, L.). Yerbecilla verbenácea medicinal.
Kat, (Parmentiera edulis, D. C.). Arbol de la familia de las bignoniáceas, de fruto comestible, llamado también pepino de la tierra, o pepina kat.
Kitam, (Pecaria angulatus yucatanensis, Merriam). Suideo dicotílido, llamado también puerco montés o pecarí.
Kokay, (cocuyo o cucuyo.) Coleóptero luminiscente del género Phyrophorus, Illiq.
Kolonté, (Ceophlocus scapularis, Vigors). Variedad de pájaro carpintero.
Kopó, (Ficus cotinifolia, H. B. K.). Arbol de las moráceas muy común en la región llamada también álamo.
Kuklim, (Geotrupes sylvaticus). Escarabajo.
K’ambul, (Crax globicera). Faisán típico o silvestre de Yucatán. Otrora muy abundante, quedan ya pocos ejemplares en la actualidad.
Kanisté, (Lucuma campechiana, H. B. K.). Arbol de las zapotáceas, de fruto con carne amarilla y semillas en número de dos o tres, semejantes a las del mamey.
K’anlol, (Tecoma stans, H. B. K.). Planta bignoniácea de flores amarillas monopétalas.
K’antirix, (Acacia farnesiana, L. Willd). Aromo.
K’aw, (Megaquiscalus major macrourus, Swain). Variedad regional del mirlo, de cola grande.
K’awis, variante del nombre anterior.
K’um, (Cucurbita moschata, Duch). Variedad de calabaza de pulpa amarilla cuyas semillas torrefactas constituyen un alimento muy popular en la región.
Lek, (Lagenaria siceraria, Standl). Cucurbitácea rastrera de frutos grandes y esféricos, que cuando secos son muy empleados como vasijas.
Lukumkán, lombriz de la tierra.
Makal, (Xanthosoma yucatanense, Standl). Planta de la familia de las aroideas de bulbo comestible y muy feculento.
Makal box, (Xanthosoma violaceum, Schott). Variedad del anterior cuyo rizoma es de carne oscura.
Makal k’uch, (Dioscorea spiculiflora, Hemsl). Otra variedad de las aroideas.
Makech, coleóptero de color arenoso y de caparazón duro bisecado, que se cría generalmente en troncos y maderos viejos.
Max, (Capsicum frutescens, L.). Variedad arbustiva del chile, de fruto menudo.
Mukuy, (Colombigallina rufipennis, Bonaparte). Tortolilla de color rojo ceniciento muy común en Yucatán, llamada también mukuyita y tortolita.
Ochkan, serpiente de gran tamaño que se alimenta de ratones y otros mamíferos pequeños.
Pay och, (Mephitis conepatus, S. P.). Zorrillo apestoso.
Pich, (Enterolobium cyclocarpum, Griseb). Arbol corpulento de la familia de las leguminosas de fruto en forma de grandes orejas.
Pich’, (Dives dives, Licht). Tordo cantor.
Pik, chinche voladora.
Pixoy, (Guazuma ulmifolia, Lam). Guácima.
Puhuy, (Nyctidromus albicollis yucatanensis, Nelson). Pájaro nocturno de la región, llamado también gallina ciega.
P’ontó, (Pelicanus eritrorhynchus, Gmelln). Ave de la familia de los pelicánidos, de plumaje gris pardusco que abunda en las costas yucatecas.
Saay, (Oecodoma cephalotes, Latr?). Hormiga arriera.
Sabín, (Mustela tropicalis, Merriam). Variedad de comadreja de pelaje pardo.
Sakpakal, (Melopera leucoptera, L.). Paloma torcaz.
Sakuch, (Cetonia aurata, L?). Coleóptero de la región.
Sikilté, (Jathropha curcas, Linn). Arbol de las euforbiáceas, de cuyo fruto se obtiene una semilla oleaginosa.
Tah, (Viguiera dentata, var. helianthoides, Blake). Planta herbácea de crecimento silveste cuya flor amarilla, abundante en miel es muy buscada por los apicultores.
Tauch, (Diospyros ebenaster, Retz). Arbol de las zapotáceas, cuyo fruto es de epicarpio verde y carne negra y pastosa.
Toh, (Eumomota superciliaris, Swain). Pájaro de color verde y plumas largas en la cola, muy común en Yucatán.
Tolok o xtolok, iguana pequeña con cresta o montera, muy abundante en la región.
Tuch’, (Lagenaria leucantha, Lam). Cucurbitácea rastrera de frutos alargados y estrechos, con un abultamiento en el extremo opuesto al pedúnculo. Cuando están secos, se emplean como sonajas para divertir a los niños.
Tunkuluch’ú, o tunkuruch’ú, (Asio magellanicus mayensis, Nelson). Ave rapaz nocturna bubonina.
Tulix o turix, libélula común.
Tsimes, variedad de escolopendra.
Tsub, (Dasyprocta punctata yucatanica, Goldman). Variedad moteada del agutí.
Ts’albay, (Bromelia pinguin, L.) Piñuela o piñuelilla.
Ts’awayak’, salamaquesa.
Ts’ol, variedad de calabaza de color verde.
Uspib, (Couepia dodecandra, Hemsl). Arbol de las amigdaláceas de fruto con carne de color amarillo encendido y consistencia pastosa.
Waxim, (Leucaena glauca, Benth). Guaje. Leguminosa forrajera.
Waya, (Talisia olivaeformia, Radlk). Planta sapindácea con frutos comestibles de pulpa amarilla y corteza verde y gruesa.
Wech, (Dasyphus novemcinctus mexicanus, Peters). Armadillo.
Wolpoch, víbora de tamaño reducido, pero muy venenosa, de color gris.
Xiat, (Chamaedorea graminifolia, Wendl). Palmera fenicacea muy común en la región.
Xkatik, variedad de chile, de fruto grande.
Xkuklim, lo mismo que kuklim.
Xk’ok’, (Merula grayi, Bonaparte). Ave canora regional de color café sucio.
Xmakulan, (Piper auritum, H. B. K.). Planta piperácea.
Xmahanná, variedad de mariposa nocturna de gran tamaño, de color gris obscuro y negro.
Xoch’, (Strix fratincola, Bonaparte). Ave nocturna estrigina. Lechuza.
Xpuhuk, (Tagetes patula, L.). Yerba espinosa de flor amarilla.
Xtabentún, (Turbina corymbosa, L.). Yerba trepadora convolvulácea, de flores melíferas, de las que se obtiene un licor que lleva el mismo nombre.
Xtakay, (Myiozetes similis superciliosus, Bonaparte). Muscícapa de pico grande.
Xtuch, (Ateles neglectus, Reinhardt). Especie común del mono araña.
Xulab, hormiga muy voraz que ataca por lo común en grandes conjuntos.
Xux, avispa, avispero.
Yaxnik, (Vitex, gaumeri, Greenm). Verbenácea de madera muy resistente empleada en construcción.
Yalaelel, (Oxalis yucatanensis, Stndl). Planta graniácea. Acedera.
Yochop’tsimin, (Petrea volubilis, Millsp). Planta verbenácea trepadora, de flores con apariencia seca, cualidad de donde le viene su nombre maya, que literalmente significa alimento tostado de caballo.

 

1.4 Adverbios

Son pocos los adoptados en el habla popular, pero de uso muy frecuente, y se anteponen siempre al verbo que modifican por imitación de la construcción maya. En el capítulo sobre sintaxis volveré a tratar acerca de este particular. Tales son:

Chan, poco, escasamente, ligeramente: «Ella lo chan quiere».
Chen, solamente, lisa y llanamente: «Chen se murió», «Chen agua le dan nada más».
Hach, muy, mucho: «Me hach gusta ese traje».
Han, rápidamente, violentamente: «Han vístete que ya es tarde».

 

1.5 Vocativos

En el empleo de vocativos en el lenguaje popular también se observa la influencia maya.

Son muy comunes box, que en maya vale negro, y sus diminutivos boxito y boxita, y aun ha llegado en la ciudad de México, a darse su nombre de boxitos a los yucatecos. Es muy frecuente oir en Yucatán: «¡Oye boxita, ven acá!»; «¡Ay box, eso no es cierto!», y otras mil frases por el estilo. También es muy común en el habla vulgar, el vocativo femenino xun y su diminutivo xunita: «-¿A dónde vas, xun?

Tat y mam son muy usuales asimismo, no sólo en su acepción de padre anciano o de abuelo, y madre anciana, sino también, por extensión, para dirigirse los indios y mestizos a cualquiera gente de respeto: «Pero tat, cómo lo vas a hacer», «¡Ay mam, cuánto se lo agradezco!»

Xunaan, «señora», empléase también en labios de sirvientes al dirigirse a la dueña de la casa, y también entre vendedoras y verduleras al dirigirse a su clientela.

Ts’ul, «señor, caballero», y sus diminutivos ts’ulito y chan tsul, son muy usuales también como vocativos, al dirigirse los campesinos y los sirvientes domésticos a sus superiores y a los hijos de éstos.

 

1.6 Interjecciones

Del maya se han introducido en el español de la región varias interjecciones. Tales ¡way!, que expresa dolor o queja en general; ¡huy!, que expresa miedo o temor, y empléase también para amedrentar; ¡úle!, que se emplea para avivar a las bestias de tiro, y ¡biki!, empleado para azuzar a los perros.

 

En el lenguaje popular es de uso general la voz maya chuch, para dar mayor énfasis a la frase o intensificar la expresión de lo que se siente, a manera de bordón enfático: «¡Ay chuch, qué bonito está eso!», «¡Chuch, qué linda estás!», «Chuch, pobrecito, ya se murió su mamá», «¡Chuch, qué bueno!», y otras muchas frases.

 

2. MAYISMOS

2.1 Sustantivos derivados del maya

Algunas voces adoptadas del maya se han ajustado a la morfología española mediante ciertos cambios fonéticos y la adición de determinaciones y prefijos vocálicos.

Cenote, depósito subterráneo de agua, del maya ts’onot, voz que no acertándola a pronunciar correctamente los conquistadores la convirtieron en zonoto, y de ahí en cenote a través de zonote.
Corochazo, golpe que se recibe en la cabeza o parte huesosa de la cara. Es voz que se pronuncia comúnmente con un golpe glótico en la c inicial. Muy probablemente es una evolución fonética y morfológica de la voz maya k’olah, que tiene igual acepción, y a la que se agregó el sufijo español -azo denotativo de golpe o porrazo.
Chaya, (Jatropha aconitifolia, Mill). Planta euforbiácea de hojas ásperas y picosas que se comen como verduras en muchos platos regionales. Del maya chay. Por extensión se aplica como adjetivo a la mujer fea, sin gracia y mal vestida.
Chechón, gimoteador, llorón. Del maya cheech, voz con igual significado.
Chico, (Mimus gilvus gracillis, Cabot). Ave canora semejante al sinsonte. Del maya sakchiik, o chiik.
Chombo, (Catharista urubu, Vieillot). Zopilote. Del maya ch’om.
Chuchuluco, chichón o tolondrón que se levanta en la cabeza. Del maya
chuchuluk, que significa madero con nudos o protuberancias.
Espelón, frijol negro, pequeño y tierno, natural de la región. Del maya xpelon.
Huaya, adaptación morfológica del maya wayum. (Talisia olivaeformia, Radkl).
Huayo, el árbol de la huaya.
Jícama, (Pachyrrhizus erosus, Urban). Tubérculo alimenticio de carne sabrosa, fresca y acuosa. Del maya chikam.
Sacuchero, (Cetonia aurata, L.?). Coleóptero escarabeido de color verde oscuro metálico. Del maya sakuch.
Saramuyo, (Annona squamosa, L.). Planta anonácea de fruto con epicarpio rugoso a manera de escamas. Del maya ts’almuy. Ya en el siglo XVIII en un texto médico aparece escrito dzaramuy (ts’aramuy), y de ahí se convirtió en saramuyo.
Sosquil, fibra del henequén. Del maya tsots ki que significa cabello de henequén.
Tucho, mono del género ateles, común en la región. Del maya xtuch. Por extensión vale también caricato y asimismo coco, fantasma o espantajo, mayormente usado para meter miedo a los niños: «Pórtate bien porque si no viene el tucho».
Yuya, (Icterus mesomelas mesomelas, Wagler). Avecilla parecida a la oropéndola. Del maya yuyum.

 

2.2 Verbos derivados del maya

Algunos verbos se han formado también de verbos, sustantivos y adjetivos mayas.

Muy común y de uso general en todos los sectores sociales es anolar que vale roer entre la boca, o revolver, con auxilio de la lengua, cuerpos duros como huesos, pastillas, caramelos, etcétera, y se deriva del maya nolah.

Otros muchos verbos derivados de voces mayas existen, pero de uso circunscrito al sector popular y a los grupos mestizos e indios, aunque en ocasiones se escuchan también en el lenguaje familiar de grupos sociales más cultos. Tales son entre otros: colisear, cortar el cabello a raíz, pelarse al rape, de k’olis, «pelón»; chechonear, lloriquear gimotear, verbo formado del mayismo chechón «llorón», a su vez derivado del maya cheech, de igual significado chuyar, hurtar o robar, del maya ch’uy, que vale «ave de rapiña» y por extensión ladrón; sosquilar, azotar con soga hecha de henequén y por extensión zurrar en general, del mayismo sosquil; y uixar, orinar, del maya wix, orín.

En el lenguaje vulgar son comunes hochobear que vale demostrar interés en ser invitado a comer por alguien presente que come en esos momentos, derivado del maya hoch’ob que vale «el que come de mogollón haciéndose presente sin convite y sin pedir»; y xochear, fisgar o acechar, derivado de xoch, «lechuza», por analogía con la actitud de la lechuza que con los ojos muy abiertos parece estar siempre en acecho fisgando por encima de los tejados o desde la copa de los árboles: «Juan está xocheando a su vecina».

Remito al lector al capítulo sobre semasiología en donde cito algunos verbos españoles cuyo valor semántico se ha modificado totalmente por analogía con voces mayas morfológicamente asemejadas.

 

2.3 Frases verbales híbridas con «hacer»

Muchos verbos mayas pasan al español con su carácter de sustantivos que a la vez tienen en el idioma nativo, y entran a formar frases verbales híbridas con el verbo hacer, en locuciones que son de uso muy frecuente en el habla popular. Las más usuales son:

Hacer chuk, sopetear.
Hacer chuchú, mamar.
Hacer ch’op, golpear a otra persona o golpearse uno mismo el globo del ojo. Hacer chichís, arruyar al niño para adormecerlo, y como intransitivo úsase en la acepción normal de dormir: «Juanito ya está haciendo chichís».
Hacer hetsmek’, cargar a los niños pequeños a horcajadas sobre la cadera, según costumbre indígena muy popular en la región.
Hacer hich’, anudar fuertemente, hacer un nudo difícil de soltar. Hacer kuch, cargar, llevar a cuestas. Hacer lets’, lamer, y por extensión metafórica, zalamear servilmente a otra persona.
Hacer lit’í, levantar el cuerpo sosteniéndolo con la punta de los pies.
Hacer loch, ceñir a una persona con un abrazo, abrazar.
Hacer pats’, sobar: «Hazme pats’ en la espalda para que se me quite el kampach».
Hacer puch’, despachurrar las viandas y legumbres del puchero y condimentarla con rábanos, salsa agria, etcétera.
Hacer puts’, huir de alguna obligación o dejar de cumplirla: «Juan hizo hoy puts’ escuela», «Hoy hice puts’ trabajo».
Hacer tirich, trampear, engañar.
Hacer tamaychih, hacer mal de ojo, agorar.
Hacer xix, desmenuzar, desterronar, hacer migajas una cosa.
Hacer xuch, sorber.

 

2.4 Voces híbridas

No sólo estos hibridismos elocutivos existen, sino que hay también algunas voces en cuya composición han entrado elementos mayas y españoles como:

Chocolomo, guiso típico hecho con carne de res fresca, cocida en agua con pocas especies, que se toma caliente, acabado de hacer. Del maya choko, caliente, y el español lomo.
Chibaluna, mancha natural de la piel, rodal, chapeta. Del maya chibal, «morder» y el español luna. Según una creencia popular, estos rodales o chibalunas se producen en la piel de los niños por influencias que la luna ejerce en las madres cuando aún los llevan en su seno.
Chumazo, haz o conjunto de cosas atadas o unidas. Es una curiosa duplicación semántica de chuch, voz maya y el español mazo, voces que tienen el mismo significado.
Mayocol, mayoral. Formada, según Barrera Vázquez, del español mayor o mayoral, y el maya kol, milpa.
Mukbipollo, pastel regional de pollo hecho con masa de maíz, cocido bajo tierra. Del maya mukbil «lo que se cuece bajo tierra o asa bajo cenizas», y el español pollo.
Pintatuchos, pintamonas. Del español pintar y el mayismo tucho.
Ts’opsandía, juego regional semejante a la piñata en el cual ésta es sustituída por una sandía la que es partida con ayuda de palos. Del maya ts’op, punzar, traspasar o clavar con cosa puntiaguda, y el español sandía.
Xichoso, del maya xich, tendón y el sufijo español oso. Carne comestible, que tiene mucha fibra o tendones: «Esta carne de res esta muy xichosa». Por extensión se aplica también a las personas flacas, mayormente a las que estando así, tiene buena musculatura.
Xmaoficio, vago, sin oficio. Del maya xma, sin, y el español oficio.

 

3. Otras voces de probable origen maya

Hay otras voces de uso generalizado en la lengua española de Hispanoamérica cuyo origen lo atribuyen algunos lingüistas a composición de voces mayas. Asiento aquí las más probables por su posible relación con la influencia maya en el español aun cuando no estoy conforme con las etimologías de algunas de ellas, demasiado forzadas al parecer.

Batea, según el eminente filólogo Marcos E. Becerra, citado en el Diccionario de Americanismos de Santamaría, es voz derivada del mayense bab, vaciar, te, madera y a, agua.
Caimito, según el mismo Becerra, citado en la misma obra, se deriva de las voces mayas cab, jugo, im, teta, y vitis, resina de árbol. No he hallado la palabra vitis en ningún diccionario maya yucateco pero como el profesor Becerra basa casi todas sus derivaciones en el mayense chiapaneco, bien puede existir esta voz en dicho dialecto. La voz maya correspondiente a la definición dada por este filólogo es its.
Chapapote, según el mismo filólogo, citado por J. Dávila Garibi, se deriva del azteca chapopoctli, y éste a su vez del maya cha pak pok de chac, mascar, pak, entregar, y pok, limpiar.
Chamaco, se deriva del mexicano chamactli, pero esta voz bien puede ser un mayismo con origen en chan mac que en maya significa persona pequeña.
Nana, es voz derivada del azteca nantli, y a su vez esta palabra la considera Whorf, de probable origen maya, pues en el uto-azteca no existía la voz nantli, lo que hace pensar en un préstamo del maya na’, madre, reduplicado en nana, que es aún la forma de uso infantil en nahoa y que después por apócope se convirtió en nan, raíz de nantli para volver a su forma infantil hoy generalizada en el español.
Siricote, dice Barrera Vázquez en su Vocabulario de mayismos y voces mayas, que es una modificación del maya ixk’opté, o simplemente k’opté, nombres que en esa lengua tiene esta planta y su fruto, (Cordia dodecandra, D. C.).
Yuca, según el tantas veces citado profesor Becerra, se deriva de yok, pie y ka, partícula duplicativa. De ser en verdad esta voz de origen maya también podrían atribuírsele como elementos constitutivos, yuc, cabra o cervatillo, y ka’ calabaza, por ser esta planta silvestre, alimento de cabras y otros animales rústicos.


Material publicado en: Suárez Molina, Victor, El español que se habla en Yucatán: Apuntamientos filológicos. Tercera edición corregida por Miguel Güémez Pineda. Ediciones de la Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, Yucatán, 1996.

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